Y después de San Valentín...

Creo, que a estas alturas todos sabemos, más o menos, la historia de San Valentín. ¿Cierto? Bueno, no existe sólo una. Pero, al parecer, lo que da origen al día en que se recuerda al santo es debido a que dejó una carta de despedida a la hija del carcelero de quien se había enamorado durante su encarcelamiento, y esta carta sería la primera carta de amor de San Valentín. Dejó al final de la misma su firma “De su Valentín”, firma que se convirtiría en popular para las parejas que se envían tarjetas con frases de san valentín.

En el año 496 A.D., el Papa Gelasio decidió que el día 14 de febrero sería el día en el que se honraría a San Valentín. Pero, eso no indica que la actual fiesta de los enamorados tenga lugar elmismo día en todo el mundo: en Bolivia es el 23 de julio, en Brasil el 12 de junio, en  Egipto el 4 de noviembre... A lo que voy, es que una vez pasado el día ¿ya está? ¿con unas rosas o unos regalos y a esperar que llegue el año que viene? A la mayoría, si no fuese por este día, no harían nada. 

Existen estudios que demuestran que, según la revista médica American Journal of Epidemiology, los hombres que piensan que su mujer no les quiere lo suficiente son tres veces más propensos a desarrollar una úlcera. Y en otro estudio que se realizó haciendo un seguimiento a mil mujeres a las que acababan de diagnosticar cáncer de mama, al cabo de cinco años se contabilizó el doble de fallecimientos entre las que aseguraron haber recibido poco cariño en su vida. Cabe señalar que, entre los hombres con patologías cardíacas, los que se sienten amados por sus esposas presentan la mitad de síntomas que el resto, según indica otro estudio.

Y es cierto. Los pensamientos negativos afectan a la respuesta inmunitaria, someten las arterias a presión y desencadenan la producción de ácidos en el estómago, que pueden favorecer úlceras y demás enfermedades. Sin embargo, sentirse bien, y sobre todo sentirse querido (por la pareja, pero también por otros miembros de la familia y por los amigos) estimula la capacidad de autosanación de nuestro cuerpo.

Por lo tanto, si de verdad quereis al otro o a la otra, no le dediqueis un día si no que más bien debeis de hacer el año que falta para el próximo día de los enamorados, el año más corto de su vida. Un amelgu (abrazo cariñoso).