El martes me dirigí temprano al aeorpuerto de Asturias, con el propósito de viajar en avión hasta Barcelona (Catalunya). Una breve pero intensa jornada me deparaba...
Con anterioridad, ya había padecido la ardua tarea de imprimir mi tarjeta de embarque en el folio A4 descrito por la compañía. No puse muchos obstáculos al hacerlo, ya que había conseguido un precio realmente bueno para un viaje de 1000 kms, tan sólo 15 €. Aunque, cabe decir que intenté probar elegir asiento, pero... brrrrr brrrrr son 11€ más :-) Después de repasar y pasar por los distintos pasos, llegué al final tras media hora, pero con dos copias de embarque por si una se perdía y ésta enigmática compañía luego no dejaba imprimir otra para cobrarte la tasa pertinente y revolucionaria de 50 €.
Cabe decir, que no soy un viajero asiduo del avión, pero ya he cruzado varias veces el "charco" y he tenido la suerte de probar muchas compañías aeronáuticas. Pero, tras tantas noticias y reportajes relacionadas con ésta, parece que hacía me encontrase un poco más alerta que de costumbre. Y éso, que sabía que no iba a llevar equipaje, por lo que no habría ningún impedimento. Por lo cual, y dado que no conocía como se comportaba, decidí de tomarme en serio todos sus avisos y, en primer lugar, llegar con la consabida antelación antes de su anuncio del cierre de la puerta de embarque.
Accedí sin problemas hasta la zona de embarque. Comprobación de la documentación y "sitúese lo más adelante posible, por favor".