glayíu del díi

jueves, 2 de mayo de 2013

El día después...

No suelo comentar cosas triviales que puedan inducir a crear opiniones más falsas de lo que pueden ser, es decir siempre digo que debemos cuidar nuestras opiniones y expresiones, pero más si cabe en el mundo online. Pero ayer fue el tan nombrado día del trabajo que, casualmente, no se celebra enseñando a trabajar inteligentemente (ni tampoco brutamente) y, como es costumbre, en la mayoría de los paises ¿civilizados? tocaba recordar derechos conseguidos y derechos reclamados. Bien. Hasta ahí todo perfecto, ya que cualquiera debe de tener la libertad (aunque creo que debería sentirse) de manifestar lo que desee. ¿Lo que desee? Si, manifestarlo sí. Hacerlo...depende. 

Pero lo que más me llama la atención es la "clasificación" de quien reclama derechos para trabajadores, es decir, mis amigos los sindicatos (y digo sindicatos y no sindicalistas). Ya que parece que sólo tienen cabida para hacer reclamaciones quienes trabajan por cuenta ajena. Sólo se oprime a ellos. Claro, es que quien trabaja por su cuenta, puede llegar el caso de que le vaya bien y se haga rico y, entonces... si es rico, seguro que oprime a quien no lo es. Como si el actual gobierno español (por ejemplo), no es que ya oprima a diestra y siniestra sino que desde arriba hacia abajo no deja títere sin "agarrar por el cuello".

Lo que quiero decir, es que si la mayoría de la población es trabajadora (aunque ahora ni encuentre ni lo haga), como se da el caso de que salen elegidos personas, o personajes, con mayorías tan aplastantes que incluso se vuelve en contra de quien los votó... Es por éstas cosas, tan triviales, que luego debo de meditar para no atacar (jajjajajaj). Un poco de humor siempre viene bien ¿cierto? El caso es, por ejemplo, que reclamamos derechos que nos garanticen ingresos decentes para poder comprar artículos de calidad a precios asequibles para que mueran trabajadores en terceros países que no tienen ni derechos ni ingresos... El caso es, por ejemplo, que nos quejamos de los privilegios de la banca y sus extensiones pero todos cobran sus dineros por trabajar a través de esas entidades, cuando un derecho tan básico como recibir el dinero en un sobre les pondría en un serio aprieto... El caso es, por ejemplo, que criticamos los desfases de gobernantes y sindicatos (entre otros) y participamos en sus propias concentraciones cuando haciéndolo igualmente, pero desde nuestra individualidad, el mensaje sería tan distinto... El caso es, por ejemplo, que cada año hacemos lo mismo y cada año estamos (eso parece) peor que el anterior y seguimos insistiendo con lo mismo para querer obtener distintos resultados...

El caso es, por ejemplo, que el día siguiente es el día después...

No hay comentarios:

Publicar un comentario